¿Te asusta renunciar a tu empleo para comenzar tu negocio de consultorías, coaching o creación de cursos en línea, porque crees que fracasarás en el intento, que nadie va a creer en ti y que tu negocio no será rentable?
Los anteriores son miedos comunes especialmente en personas que han estado empleadas por muchos años o han recibido ingresos de forma recurrente y segura, así que al pensar en hacer un cambio es normal que se les pase por la cabeza ¿Qué pasa si pierdo lo seguro que tengo?
Sin embargo a muchas personas les llega ese momento de la vida en el que les nace una gran necesidad de hacer un cambio, 🔥un llamado del alma y se abren a la posibilidad de buscar nuevas opciones, más tranquilidad, independencia y libertad de elección, lo que no les ofrece su trabajo actual.
Si entre todas las opciones y modalidades de emprender has elegido las consultorías como una opción, pero no tienes claro cómo convertir tus conocimientos y experiencias en un negocio, procuraré que en los siguientes 7 minutos de lectura puedas resolver la mayor cantidad de dudas que tienes.
Soy Vivian Reyes, mentora de negocios con propósito, fundadora de la escuela Emprende con Éxito y autora del libro Trasciende. En los últimos años he acompañado a profesionales como tú que sueñan con emprender un negocio de servicios, consultorías, coaching o formación online y no saben cómo comenzar, o ya están emprendiendo pero no están viendo resultados, porque no tienen la estructura, el mensaje y un propósito claro.
☝Antes de saber si un negocio de consultorías es para ti y qué tener en cuenta para iniciarlo, exploremos:
¿En qué consisten las consultorías?
Son procesos en los que una persona y/o equipo de trabajo brindan un servicio, orientación o acompañamiento especializado a personas o empresas, para que logren un mejor desempeño y puedan resolver problemas en un área específica.
¿Qué hace un consultor?
Un consultor es una persona que ha estudiado a profundidad un tema y por su experiencia se ha convertido en un especialista en su campo, sabe identificar y diagnosticar problemas en personas o empresas y plantear propuestas de mejora, ejecutarlas o liderarlas y lo más importante, ayudar a resolver el problema por el que fue contratado.
Algunos tipos o ideas de consultorías comunes:
Consultorías en Negocios: a su vez se puede dividir en áreas para solucionar problemas específicos de:
- Marketing y Ventas
- Organizacional
- Tipo Operativo
- Tipo Financiero
- Tipo Legal
- Modelos de Negocio
- Gerencia y Liderazgo
- Importaciones y Exportaciones
- Seguridad para el trabajo
- Prácticas sostenibles y generación de impactos positivos
Y cada una de esas áreas también podrán dividirse en problemáticas más puntuales, lo que hace que un consultor sea aún más especializado.
Consultorías para personas: este tipo de consultorías puede ser tan amplio como personas hay en el mundo y aunque puntualmente no se titulen “consultores”, aquí pueden entrar orientadores, guías, planeadores, entre otros, porque en modelo de negocios, este tipo de servicios funciona de manera similar:
Consultores en:
- Bienestar y balance de vida
- Gestión del tiempo
- Hábitos
- Liderazgo
- Productividad
- Empleabilidad
- Emprendimiento y Negocios
- Marketing Personal
- Orientación vocacional o laboral
- Orientación para Padres de Familia
- Educación Financiera
- Inversiones y Crecimiento Financiero
- Seguros
- Planes de Retiro
¿Qué diferencia habría entre enfocar tus consultorías hacia las personas o hacia las empresas?
Saber quién será tu público inicial es tu punto de partida, no es lo mismo venderle a personas que venderle a empresas, ya que la estrategia de marketing para tu negocio variará. Así que si apenas comenzarás a emprender, la primera decisión es ¿A quién quieres ayudar a resolver problemas? ¿A personas o a empresas? Este es uno de los dolores de cabeza por los que más me consultan mis clientes: saber en qué enfocarse.
Hay consultores que tienen dos líneas de negocios: una para consultas personales y otra para empresas. A algunos les funciona muy bien, otros pueden perder su enfoque y por eso es un caso de revisar muy bien para que tengas éxito con tu proyecto.
¿Cómo saber si convertirte en consultor es tu ruta?
Si tienes experiencia resolviendo problemas en un área muy específica y tienes personas o empresas que recomiendan tu trabajo, este puede ser tu camino.
¿Qué tener en cuenta para comenzar tu negocio de consultoría mientras estás empleado?
Si actualmente estás empleado y quieres emprender como consultor o enseñando lo que sabes, deseas compartir tus experiencias y ayudar a personas o empresas a solucionar algo, antes de darte mi fórmula para emprender y cómo hacer el marketing para tu negocio, hay ciertos asuntos personales que debes entrar a solucionar primero si quieres tener éxito con tu emprendimiento:
1. Identifica cuánto tiempo dispones para emprender tu negocio de consultorías
Normalmente si estás empleado tiempo completo y de forma presencial la primera limitante es tu tiempo. Así que tu tiempo es el primer recurso personal que debes comenzar a administrar.
Identifica primero cuántas horas a la semana (fuera de tu tiempo laboral) podrías destinar para pensar y trabajar en tu emprendimiento, normalmente son 4, 6, 8 horas por semana. Este tiempo será lo que dispones para comenzar a construir un tipo de negocio que sea apasionante para ti y que sea tu segunda fuente de ingresos. ¿Estarías dispuesto a hacer esta inversión de tiempo?
2. Tus Finanzas deben estar en orden para pasar del empleo a tu segunda fuente de ingresos como consultor
Para qué hablarte de emprender nuevos negocios si por ejemplo tu vida financiera es un caos. Si aún no puedes liderar tus propias finanzas, manejar las de tu negocio será aún más difícil, es una cruda verdad pero puedes evitarte el dolor de cabeza desde ya.
Si en este momento tu salario apenas te alcanza para cubrir gastos vitales, sientes que no tienes un respiro a final del mes, porque tienes deudas o no logras manejar tu dinero, antes que emprender un negocio debes emprender la gran misión de poner tu casa en orden, comenzando por tus finanzas.
Si este es tu caso, mi amiga Kelly Escobar es una exitosa consultora financiera para mujeres y puede ayudarte.
Cuando ya estés libre de deudas malas (mira el vídeo de Kelly), o ya logras llegar tranquilo a final del mes e incluso tienes disponibilidad para ahorrar un monto específico o un porcentaje de tu salario cada mes, es el momento ideal de pensar en construir tu segunda fuente de ingresos, en este caso sería tu negocio de consultorías, a menos que en el camino de educarte financieramente descubras que lo tuyo mejor son otro tipo de inversiones.
3. Elegir entre consultorías tradicionales o consultorías con propósito:
Una vez tengas claro el tiempo con el que cuentas y sientas tranquilidad financiera, ya tu mente estará lista y despejada para pensar en tu negocio.
Tú puedes elegir comenzar un negocio del tipo tradicional y cuantitativo como lo enseñan en la academia, desde un plan de negocio y proyecciones financieras que obedece a un orden de hacer para tener, o puedes elegir una modalidad que no promueven mucho en la academia pero fue la que como emprendedora y mentora elegí, es un negocio con propósito, que usa el orden ser para hacer y como consecuencia llega el tener.
Si también te hace sentido esta última modalidad, debes pasar por un proceso de preparación personal a nivel físico, mental y emocional usando el auto conocimiento como tu principal herramienta hasta conectar con tu auténtico propósito y luego desplegar toda tu idea de negocio. Es un proceso más largo pero garantiza que tu iniciativa perdure a lo largo del tiempo.
La diferencia entre un consultor tradicional y un consultor con propósito es la motivación que los levanta cada día
Consultor tradicional y cuantitativo:
La motivación es el dinero, se pregunta ¿Cuánto quiero ganar? ¿Qué necesito hacer hoy para ganarme esto? Operan bajo el modelo Tener – Hacer
Consultor con propósito y cualitativo:
La motivación son las personas, se pregunta ¿Cómo y a quién puedo servir hoy? ¿Qué debo hacer para servir mejor? ¿Cuántas vidas me comprometo a impactar? Operan bajo un modelo Ser- Hacer y claro, es su responsabilidad cobrar por ello, porque de otra manera no les llegará como consecuencia el dinero a su cuenta.
Ninguno de los dos es malo o bueno, mejor o peor camino, simplemente debes saber que cada persona tiene motivaciones diferentes y son muy respetables. Tu debes elegir cuál es tu mayor interés y desarrollar tu modelo de negocio en función de dicha motivación. Como mentora yo solo ayudo a emprendedores cualitativos porque como filosofía de vida elegí este camino.
4. Debes encontrar y definir tu nicho de mercado en el que te interesa trabajar tu negocio de consultorías:
Una vez hayas identificado si quieres ser consultor cuantitativo o cualitativo, tu siguiente paso debe ser identificar en qué nicho de mercado quieres especializarte, qué problema pretendes solucionar, cómo lo harás y cuál es tu respaldo o resultados para que las personas o empresas se animen a invertir en ti.
5. Finalmente debes aprender a crear ofertas que de verdad aporten valor y garanticen resultados:
Tu marca personal como consultor se posicionará y crecerá según los resultados que demuestres. A mayor número de resultados, mayor número de clientes vendrán a buscarte. Por eso debes centrarte en ayudar a resolver verdaderos dolores de cabeza para tus clientes, para que cuando termines el proceso ellos de verdad estén muy agradecidos y te recomienden.
¿Te ha resultado útil esta información?
¿Quieres comenzar pero hay algo que te frena? Cuéntame: ¿Qué te impide comenzar?, puedes dejarme aquí tu comentario.
Un Abrazo,
Vivian Reyes
Mentora de Negocios con Propósito